Siempre me acordaré de aquel jueves, era uno de esos días grises de invierno, lloviznaba un poco y estaba dando una vuelta por el paseo marítimo del Sardinero, digamos que no me apetecía hacer una larga caminata. A esas alturas ya bajaban las aguas revueltas, pero en ningún momento imaginé que se impondría una cuarentena y que no volvería a pisar la calle durante casi dos meses. Al día siguiente, viernes, decidí quedarme en casa porque me llegaban noticias de que las cosas se podían complicar por el nuevo Coronavirus, que por esos días llegué a pensar que sería un fin de semana o una semana como mucho, aunque la verdad no sé ni lo que pensé, era todo tan surrealista... Durante un tiempo me dije que se trataría de una histeria colectiva lanzada por farmacéuticas, tal y como sucedió con la gripe A y que al final quedaría en nada. Ahora es fácil decir que éramos unos ingenuos, aparecieron algunos cantamañanas que presumían de que ellos ya lo sabían, pero todo el mundo pensó lo mismo. Eso ...
El Blog de MIKEL ROMANO