Hace algún tiempo vi
una interesante entrevista al escritor Ken Follet en la que presentaba su
último libro “El umbral de la eternidad”
constituyendo la clausura de la trilogía “Century”. De inmediato sentí curiosidad por la temática de esta
serie de libros, ya que como amante de la novela histórica no me pude resistir.
Estos libros se centran en el siglo XX, concretamente el periodo que va desde
el estallido de la Primera Guerra Mundial, hasta la caída del muro de Berlín.
Pero no podría definir a estos libros como una simple novela histórica, para mí
han sido una auténtica experiencia, probablemente hayan sido los mejores libros
que haya leído en toda mi vida.
Al comenzar a leer la primera parte, “La caída de los gigantes” no estaba
seguro de si me iba a gustar, ya que era la primera vez que leía algo de Ken
Follet, disculpas a los que vean como una herejía el no haber leído “Los
pilares de la Tierra”, pero eso cambió al poco rato. El libro engloba un
periodo de unos veinte años, y va desde el estallido de la Primera Guerra
Mundial (1914), hasta la década de los 1920. Ciertamente es una época bastante
interesante, a pesar de la barbaridad de una guerra como el mundo no había
visto nunca. Lo que sentí con este libro fue especial ya que es imposible no
empatizar con las vivencias de los personajes y sus familias, siendo testigo de
lo que la gente de ese tiempo sintió. El autor relata esta historia de una
manera muy vívida, otorgándote la oportunidad de coger la máquina del tiempo de
la imaginación y estar allí, sintiendo lo que sienten los personajes, como
crecen, como aprenden, como viven, como interactúan entre ellos, etc. Este libro
me dejó tan buen sabor de boca que al día de acabarle tuve que empezar con la
segunda parte.
El segundo libro de la trilogía, y cuyo título es“El invierno del mundo”, se superó,
labor que es admirable en un autor, ya que hay quien dice que las segundas
partes nunca serán buenas. Este libro me apasionó y me absorbió, además se
centraba en una época histórica que cambió el mundo para siempre, ya que se
sitúa entre 1933, con el ascenso del fascismo, y el final de la Segunda Guerra
Mundial en 1945. Los personajes con los que tanto llegas a empatizar se van a
enfrentar a una de las épocas más oscuras y cruentas de la historia, donde el
mal estuvo a punto de alzarse como dominador del mundo. Pero es especialmente
este libro el que me ha hecho enamorarme, más aún si cabe, de la literatura,
llegando a sentir la pena o la felicidad de los personajes, una película jamás igualará esta experiencia. Al acabar de
leer cada capítulo, incluso piensas en lo que ha sucedido con un personaje y en
como saldrá adelante.
Por último estaría “El
umbral de la eternidad” el cual se centrará en la época de la Guerra Fría,
(1947-1991). Esta tercera parte quizás sea mi menos favorita de la trilogía,
pero no desmerece a las dos anteriores. Es muy curioso ver a los descendientes
de los personajes a los que tanto llegas a adorar, viviendo otra época clave en
la historia de la humanidad. El tiempo del telón de acero en el que el mundo
estaba dividido en dos bloques que se sumergirán en una escalada de tensión,
aderezada con la amenaza de la aniquilación nuclear. Pero sobre este trasfondo
veremos como muchos personajes toman parte en el nacimiento de la cultura pop,
la política moderna, los derechos civiles de los negros, la realidad interna de
la Unión Soviética, el movimiento hippie o simplemente el amor y la importancia
de la familia. Aquí veremos la conclusión de las dinastías creadas en el primer
libro de la trilogía y su legado lleno de esperanzas y de sueños. Al acabar
este libro, y por ende la trilogía, echareis en falta a sus personajes.
A modo de colofón decir que estos libros ya están entre
los mejores que he leído y Ken Follet entre los escritores a los que más
respeto. Animaos a leerlo, os van a enamorar.