Dicen que todo lo bueno
tiene un final, y aún no puedo creer que haya terminado de leer Rey Blanco de
Juan Gómez-Jurado. Me lo regaló mi hermana, algo que ya se ha convertido en
tradición, como también lo es el que cada año empiece leyendo una novela de
Juan. Recuerdo que un día me levanté para picotear algo en la cocina, y al
volver me lo encontré en mi escritorio. Así de repente. Cuando lo abrí para
ojearlo vi que estaba firmado y dedicado, así que más feliz imposible. Lo
reservé durante unas semanas y hace unos días terminé de leerlo, pero sobre
todo de disfrutarlo. Ya que no solo es el cierre de una trilogía, sino el de
una saga que empezó antes de que nadie pudiera imaginar el bombazo que iba a
ser, ni siquiera el propio Juan. Así que aunque esta reseña se centrará
principalmente en Rey Blanco, aprovecharé para hablar sobre el resto de novelas
de lo que ya se conoce como La Trama. En las reseñas de Reina Roja y de Loba
Negra cumplí el deseo del autor de no hacer ninguna clase de destripe, por eso
fueron algo más breves. Pero esta vez, y dado que ya hay permiso, veréis una
reseña más amplia y con presencia de SPOILERS.
Así que aquel que no haya terminado de leer Rey Blanco, o le queden libros de
la saga, le recomiendo que reserve esta review para después.
Por fin comprendo lo que quería decir la contraportada de esta novela con aquello de “EL FINAL ES SOLO EL PRINCIPIO”. Para llegar hasta aquí leí estas cinco novelas en este orden en particular, no es el oficial, pero yo flipé igualmente:
REINA
ROJA
LOBA
NEGRA
CICATRIZ
REY
BLANCO
Al principio ni me
imaginaba que me metía en una saga, ya que con Reina Roja pensé que se trataría
de una trilogía con las aventuras y las desventuras de Antonia Scott y Jon
Gutiérrez, esta pareja tan improbable pero a la vez tan entrañable. Fui
consciente a partir de Loba Negra, concretamente cuando se menciona al que finalmente
es el villano detrás de todo. Por otro lado quiero mencionar que hacía tiempo
que no veía a un personaje tan bien construido, porque vaya personificación de
la oscuridad y de las miserias humanas. Ese señor White que tanto me recordaba
al American Psycho o a Vincent en Collateral, y que muestra todo su poder
durante la trama de Rey Blanco. Que asco le pude coger. El libro comienza a
tope, ya quedas atrapado por un ritmo vertiginoso en las primeras páginas. A
veces hay novelas en las que tardo en sumergirme, pero Juan te engancha con esa
escena en la que Antonia recibe un mensaje que la advierte de lo que debe hacer
si quiere volver a ver a Jon con vida. Recordemos el final de Loba Negra,
cuando unos días después de volver de aquel caso en Málaga, Jon es secuestrado
ante una impotente Antonia. Es ahí cuando se confirmaron mis sospechas sobre el
verdadero villano. Ese mensaje que aparece en la contraportada de Rey Blanco:
“ESPERO QUE NO
TE HAYAS OLVIDADO DE MÍ, ¿JUGAMOS?”
Y la escena siguiente, con ese encuentro entre
el astuto psicópata y Antonia, quien al fin confirma lo que era un secreto a
voces sobre su pasado de sufrimiento. A partir de aquí empecé a leer con
ansiedad. Rey Blanco es junto a El Paciente, la novela que más en vilo me ha
tenido, porque era incapaz de imaginar por donde transcurriría todo. Tenía mis
teorías pero como siempre me encontré con un finalazo de los que te vuelan la
cabeza. Y eso es precisamente lo que más me gusta en una novela, que no sea
predecible, que me desafíe. Por fin comprendí que todo había sido una partida
de ajedrez, donde otra mente maligna y desequilibrada movía las piezas. Pero no
contaban con Antonia Scott, a la que subestimaron. A lo largo de la novela se
nos muestran escenas de su pasado, antes del asesinato de su marido Marcos, y
de que la apartaran de su hijo. Como lucha contra los demonios de su interior y
los de fuera, con el apoyo del que ya no es solo su amigo, sino su familia, Jon.
Ya que a lo largo de toda la novela, vemos como daría lo que fuera por él,
porque White no cumpliera su amenaza de matarlo con pulsar un botón. Y de como
este les encomienda la resolución de una serie de crímenes, que a priori serían
irresolubles, en ese retorcido juego de coacción que caracteriza el modus
operandi del señor White. Algo que ya me dejó alucinado en El Paciente, y que
incluso revisité en una pequeña novelette
conocida como La Historia Secreta del Señor White. Como se trata de un asesino
a sueldo, con una indiferencia/desprecio hacia cualquier ser humano, a los que
considera como herramientas que se pueden manipular para cometer crímenes o
actos innombrables. El propio argumento de El Paciente nos da la mejor pista
sobre este villano, que en ocasiones llega a parecer omnipotente, incluso
omnisciente.
“El prestigioso neurocirujano David Evans se enfrenta a una terrible
encrucijada: si su próximo paciente sale vivo de la mesa de operaciones, su
pequeña hija Julia morirá a manos de un psicópata. Para el Dr. Evans se inicia
una desesperada cuenta atrás cuando descubre que el paciente que debe morir
para que su hija viva no es otro que el presidente de Estados Unidos”.
“Una historia de amor. Algunas mentiras. Una enigmática cicatriz en la
mejilla. ¿Conoces de verdad a la persona con la que duermes”
Cualquiera se resistía a leer esta novela, que casualmente leí después de Loba Negra. Ni me imaginaba que se trataría de la historia de esa asesina rusa, a la que Irina suplanta a la perfección durante la “aventura” de Antonia y Jon en el sur de Andalucía. En ese mundo de la mafia rusa que opera en España casi con total impunidad, como dirían; basado en hechos reales. Lo curiosos es que había una Loba Negra anterior que por lo que decían era algo así como la hermana de John Wick, a la que recurrían cuando todo lo demás fallaba. A lo largo de Cicatriz vamos descubriendo su historia de supervivencia y su promesa de vengar la muerte de sus padres y de su hermana a manos de los matones de un conocido capo de la “Tambovskaya” rusa. Pero he aquí que nos encontramos con la historia de Steve Sax un joven programador que aspira a lograr una oportunidad en el mundillo de los Bill Gates o los Steve Jobs. De cómo desarrolla un innovador sistema de IA capaz de reconocer patrones, y de cómo logra una oportunidad ante el multimillonario empresario Zachary Myers. Quien le da un plazo imposible para demostrar que su IA merece su apadrinamiento. Steve tiene una vida dura, ya que debe cuidar de su hermano aquejado de una discapacidad psíquica, tras la trágica muerte de sus padres. Tiene una vida solitaria, es por eso que ante su desesperación utiliza su propio programa modificado para conocer a una chica en una web de contactos. Y aunque él no lo sabe conoce a una mujer llamada Irina, quien necesita entrar en Estados Unidos para consumar su venganza. Por desgracia todo se precipita cuando meses después de casarse, Steve se ve envuelto en el fuego cruzado de esa venganza, el cual le cuesta la vida a su mejor amigo. Finalmente descubre quien es Irina en realidad y de cómo de una forma algo ingenua, intenta pactar con el capo que mató a la familia de Irina para vengarse. Y de cómo resulta una trampa para atraer a la futura Loba Negra. La cual ya sospechaba de esta jugada, por lo que rescata a Steve, tras acabar con la vida de uno de los asesinos de su familia. Así pues, ambos deciden colaborar con la justicia norteamericana para desarticular la organización. Por desgracia el capo principal escapa, así que Irina tiene que marcharse, no sin antes confesar a Steve que realmente le amaba. Esto entroncará con Loba Negra donde por fin localizará al capo ruso. Quien casualmente amenaza a Antonia y a Jon en aquella cabaña de montaña, donde se declara una pequeña guerra, y a la que sobreviven, aunque muy magullados y con un Audi A8 menos. Al terminar de leer toda esta saga de novelas, consideré que Cicatriz y la historia de la Loba Negra eran algo así como un intermedio de toda La Trama. Pero no puedo olvidar el epílogo de Rey Blanco, donde Juan decía que el regreso de Antonia y de Jon dependería de nosotros los lectores. Pues yo incluso sugeriría que ojalá algún día también volvamos a ver algo más de Irina, porque siempre he tenido curiosidad por saber más de la Loba Negra. O quizás Juan nos sorprenda con algo nuevo y diferente. Sin embargo ahora me encuentro con la duda de cuál será el siguiente libro que lea de Juan. Quizás sea el momento de ir a por La Leyenda del Ladrón, Espía de Dios, El Emblema del Traidor… no sé, tengo tiempo para decidirme, ya que todos tienen muy buena pinta. Por último decir gracias Juan. Gracias por hacer que me abriera a nuevos géneros literarios más allá del histórico y de la ciencia-ficción, y con ello al enriquecimiento de mi escritura. Ojalá algún día, cuando superemos estos tiempos, pueda pasarme personalmente por Todopoderosos o por alguna presentación (la última vez fue mi madre) para que me firmes el libro y llevarte un tuper de croquetas.