Como ya viene siendo
tradición en este blog, cada vez que termino una novela que me gusta especialmente
la dedico una reseña. Normalmente con el objetivo de que os la leáis, aunque a
estas alturas los que me venís siguiendo desde hace años ya sabéis que nunca
hablo de libros malos. Así que he decidido dedicar una reseña a La Leyenda del
Ladrón, novela de uno de mis escritores favoritos, Juan Gómez-Jurado. Me decidí
por este libro ya que tras leer y disfrutar de Reina Roja, Loba Negra, El
Paciente, Cicatriz y Rey Blanco, seguía teniendo ganas de leer más obras de
Juan. Además dio la casualidad de que este año quería leer más libros de género
histórico, y ya llevaba tiempo escuchando muchas opiniones positivas por redes.
Así que no se me ocurría mejor opción para volver al género. Quizás yo tenía
algo encasillado a Juan, ya que le he conocido como escritor de novela negra y
thriller policiaco. Pero como autor de novela histórica de aventuras también se
sale, ¿acaso hay algo que se le dé mal a este hombre?
El libro nos sitúa en la Sevilla de 1587. Son los tiempos del rey Felipe II cuando el Imperio Español dominaba la escena internacional enfrentado a la Inglaterra de la reina Isabel y al Imperio Turco. La época en que galeones y barcos venían cargados de oro y esclavos traídos de las Indias para sufragar el esfuerzo de guerra. Son los tiempos previos a la contundente derrota de la Grande y Felicísima Armada en las costas británicas. También a pesar del triunfo en Lepanto los piratas berberiscos acosaban los barcos españoles en el Mediterráneo, secuestrando incluso al propio Miguel de Cervantes. Es en esta turbulenta época cuando nos encontramos con Sancho, un chico que contra todo pronóstico sobrevive a la peste que termina con su familia y su hogar. Gracias a un comisario de abastos del rey, Sancho logra una segunda oportunidad, aunque nada será fácil en una Sevilla donde la pobreza, la hambruna o la enfermedad son crónicas. Una ciudad donde los ricos y los pobres batallan por sobrevivir, casi siempre los primeros a costa de estos últimos. No obstante Sancho cuenta con una energía poco común para un chico de su edad, llegando a arriesgar lo poco que tiene para lograr su sueño de cruzar el océano hacia las Indias. Pero muy pronto las cosas se complicarán para el joven, quien a menudo hace más caso a su corazón que a su cabeza, metiéndose en auténticos líos. Pero siempre contará con el apoyo de sus amigos, que le enseñarán a sobrevivir en un mundo donde la vida vale muy poco. Sancho llegará a convertirse en el defensor de los desfavorecidos y de las causas justas, lo cual le llevará a enfrentarse al poder de los malhechores y tiranos más poderosos de Sevilla que amenazarán no solo su vida sino las de aquellos a los que más quiere, incluso el propio destino de toda la ciudad podría estar en juego.
Lo primero que puedo
decir es que terminé este libro con una sonrisa, porque una vez más Juan ha
conseguido que disfrute de la primera a la última página. Una historia de
aventuras en toda regla, que en ocasiones me recordaba al Lazarillo de Tormes, Robin
Hood o incluso a El Conde de Montecristo. Incluso me he llevado alguna sorpresa
por la aparición de algún que otro personaje histórico cruzándose en las
aventuras de Sancho. Pero lo que más me ha encantado es la ambientación de la
historia en la Sevilla de finales del s XVI, tan realista que podía sentir las
sensaciones de sus protagonistas. Hay una escena en especial en la que casi sentía
el agobio de los galeotes, pero no os quiero destripar ningún detalle. Además he
aprendido mucho sobre la sociedad de aquellos tiempos, y de cómo incluso se
pueden comprender algunos de los males que en cierto modo aún hoy en día siguen
muy insertos en nuestra cultura. Esto lo digo poniéndome un poco en plan
Pérez-Reverte, en cuyo Alatriste pensé en alguna ocasión mientras leía la
novela. Lo que puedo decir es que esta novela es muy entretenida y os va a
encantar tanto si os gusta este género como sino. Hacedme caso y conseguíroslo
ahora que lo han vuelto a editar, lo hay hasta en edición de bolsillo. Por
cierto otra de las cosas que me ocurre al terminar un libro de Juan, es que al
igual que Oliver Twist acercando el platito, quiero más. Ojalá en el futuro, a
parte del regreso de Antonia y Jon, o alguna peli o serie en Amazon Prime, vuelva
a escribir un libro de este género, porque me lo he pasado como un enano.